EL AUMENTO DE LAS TEMPERATURAS Y LA PROLIFERACIÓN DE LOS MOSQUITOS: Arbovirus y Parásitos transmitidos
Este texto pertenece al libro: ONE HEALTH Cambio climático, contaminación ambiental y el impacto sobre la salud humana y animal.
ARBOVIRUS Y PARÁSITOS TRANSMITIDOS POR MOSQUITOS Y OTROS DÍPTEROS HEMATÓFAGOS
Todos son en general dípteros de costumbres crepusculares y nocturnas, aunque algunas especies de mosquitos, como el mosquito tigre (Aedes albopictus), es preferentemente diurno. Los días de cielos cubiertos o en ambientes protegidos del sol, como arboledas y zonas de vegetación densa o en cobertizos, pueden picar también durante el día.
Los mosquitos adultos, tanto los machos como las hembras, se alimentan de sustancias azucaradas que toman de plantas, pero además las hembras necesitan ingerir sangre para la maduración y puesta de los huevos. Por esto su papel es tan importante como vehiculadores de enfermedades a personas y animales.
Presentan una metamorfosis completa con huevos, larvas, pupas y adultos o imagos. Mientras los mosquitos adultos son alados y aéreos, las otras fases no presentan ni alas ni patas y son acuáticas. La puesta de huevos la realizan en aguas estancadas o de muy poco movimiento. La mayoría de las especies prefieren aguas limpias y dulces, pero las hay adaptadas a ambientes contaminados con materia orgánica, incluso alguna se desarrolla en aguas marinas con alto contenido en sales.
La manera de realizar la puesta de huevos difiere según los géneros de mosquitos. Las hembras de los géneros Culex y Anopheles, entre otros, ponen los huevos directamente sobre la superficie del agua. Los primeros agrupados en unas estructuras que se llaman navetas, mientras que los segundos los depositan aislados, de ellos, eclosionaran las larvas que pasan directamente al agua estancada donde han sido depositados. La conducta de los géneros Aedes y Ochlerotatus es muy diferente y generalmente ponen los huevos sobre superficies húmedas, no sobre el agua. Suelen ponerlos en cualquier tipo de sustrato, tanto natural como artificial, por encima del nivel del agua, o en aquellos lugares que han permanecido inundados recientemente. Estos huevos pueden permanecer viables incluso más de un año, esperando que un nuevo episodio de lluvias, o bien por riego en el caso de ambientes humanizados, los cubra de agua y, si el fotoperiodo y la temperatura son los adecuados, entonces las larvas eclosionan y se desarrollan en estos nuevos hábitats acuáticos.
De los huevos eclosionan unas formas que recibe el nombre de larvas y son muy diferentes del insecto adulto. Su morfología es una clara adaptación a estos hábitats acuáticos. Carecen de las alas y patas de los adultos. Su cuerpo es alargado con una cabeza anterior quitinosa, tienen dos ojos y dos pequeñas antenas, pero su aparato bucal no tiene las piezas perforantes de los mosquitos adultos sino unas mandíbulas que le permite captar pequeños microorganismos como algas, protozoos, invertebrados o incluso raspar las superficies vegetales alimentándose de detritus. Tienen un tórax grueso y un abdomen formado por diez segmentos, estando los tres últimos muy modificados pues poseen una estructura de gran interés taxonómico que es el sifón respiratorio. En la mayoría de las especies de los Culicinae es alargado y de forma tubular. Necesitan respirar aire, por eso la presencia en su noveno segmento de ese tubo o sifón por el que toman aire subiendo a la superficie del agua adoptando una posición como suspendidos con la cabeza hacia abajo. Son fáciles de identificar en sus hábitats de cría pues están continuamente subiendo a respirar y sumergiéndose para buscar alimento o protegerse en caso de que detecten algún tipo de peligro. En los Anophelinae, el sifón respiratorio es rudimentario y suele permanecer horizontalmente en la superficie del agua.
Ciclo de la vida del mosquito
En estado larvario tienen que realizar hasta tres mudas de crecimiento para completar su desarrollo. Una vez alcanzado el cuarto estadio para transformarse en mosquito adulto tienen que pasar una fase de reestructuración de sus tejidos, adquiriendo una morfología muy diferente que se denomina pupa. Tienen una parte anterior muy voluminosa, el cefalotórax, en cuyo dorso poseen dos estructuras respiratorias o trompetas y un abdomen afilado con dos grandes aletas posteriores que le sirven para nadar y sumergirse de forma muy rápida. En esta fase, no se alimentan y si no detectan ningún peligro, permanecen quietas respirando bajo la superficie del agua.
La duración de este ciclo va a depender de la especie de mosquito, pero fundamentalmente de la temperatura del agua. Si la temperatura es adecuada, el desarrollo de la larva se produce de cinco a siete días y la pupa en dos a tres días, de tal manera en condiciones óptimas en siete a diez días después de la puesta de huevos tendremos mosquitos adultos. Los más rápidos en desarrollarse son los machos y los primeros en eclosionar. A las 24 o 48 horas posteriores, aparecen las hembras. Los machos de mosquitos, que se alimentan solo de azúcares de plantas, permanecen muy cerca de los lugares de cría, de tal manera que se facilita la fecundación de las hembras cuando emergen pues luego estas se tienen que dispersar en busca de un hospedador adecuado a los que tomar sangre.
El texto ha sido escrito por : Javier Lucientes Curdi – Catedrático de Sanidad Animal. Área de Parasitología. Departamento de Patología Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria. Universidad de Zaragoza.
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