ANTIMICROBIANOS: MANÉJALOS CON CUIDADO – Semana Mundial de Concienciación sobre el uso de los Antibióticos 18 al 24 de noviembre.
Artículo escrito por Javier Ábrego – Director editorial en Amazing Books.
(TEXTO : Extracto del libro ONE HEALTH. Cambio climático, contaminación ambiental y el impacto sobre la salud humana y animal. ISBN: 978-84-17403-52-2 – Capítulo EL PROBLEMA DE LA RESISTENCIA ANTIBIÓTICA – AUTORES: María del Carmen Simón Valencia, Carmelo Ortega Rodríguez.
Vídeo realizado por: Dr. Santiago Vega García.
Catedrático de Sanidad Animal. Profesor de la Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera. Decano de la Facultad de Veterinaria CEU Cardenal Herrera (1999-2017).
EL PROBLEMA DE LA RESISTENCIA ANTIBIÓTICA.
El Comité Ejecutivo de la Alianza Tripartita (Alianza Tripartita —la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), la Organización Mundial de Sanidad Animal (OIE) y la Organización Mundial de la Salud (OMS)—) ha decidido que, a partir de 2020, la Semana mundial de concienciación sobre el uso de los antimicrobianos se celebrará todos los años del 18 al 24 de noviembre con el lema «Antimicrobianos: manéjalos con cuidado» y se aplicará a todos los sectores. El tema elegido este año para el sector de la salud humana es «Unidos para preservar los antimicrobianos».
La OMS define la «resistencia a los antibióticos» como la perdida de actividad, total o parcial, de un antibiótico que anteriormente era capaz de destruir o inhibir el crecimiento de una determinada bacteria.
La mayoría de los antibióticos tienen su origen en la naturaleza. Las bacterias existen en el planeta desde hace unos 3500 millones de años y han tenido que desarrollar mecanismos de defensa frente a biomoléculas producidas por otros microorganismos de su entorno que podrían destruirlas (generalmente, hongos y otras bacterias, mayoritariamente los Streptomyces del suelo). En 1989, este fenómeno se denominó antibiosis para describir cómo un «organismo vivo mata a otro para asegurar su propia existencia». Hay evidencia de presencia de genes de resistencia a beta-lactámicos, tetraciclina y vancomicina en el ADN de bacterias de premafrost con más de 30.000 años o en bacterias de una cueva cerrada a la superficie cuatro millones de años antes o genes de resistencia a beta-lactámicos y glucopéptidos en la microbiota intestinal de la momia Ótzi de 5300 años. El microorganismo al que van dirigidas estas biomoléculas desarrolla métodos de evadir su destrucción, que es lo que se conoce como resistencia a los antimicrobianos o a los antibióticos.
Veterinarios, médicos, profesionales de sanidad alimentaria, operadores de tratamiento de aguas, expertos en medioambiente, etc., están obligados a trabajar juntos. Todos los países deben tener una política adecuada para combatir la AMR apropiada a cada país. Es tiempo de llevar a cabo de forma efectiva y monitorizada todos estos planes y validar la eficacia en el desarrollo y diseminación de la AMR.
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