¿INMUNIZADO ES IGUAL A PROTEGIDO?
Artículo escrito por :
Fernando Fariñas Guerrero, Doctor experto en Inmunología Clínica, Vacunología y Enfermedades Infecciosas. Director del Instituto de Inmunología y Enfermedades Infecciosas. Coordinador del Grupo Internacional de Expertos en Enfermedades Infecciosas Emergentes y Zoonosis (ZEIG). Director de One Health-IN.
El término inmunizado proviene etimológicamente de la raíz latina “Immunis” con varios significados como:
. Privado de carga
. Exento
. Libre de impuestos
. Exento de servicio
. Invulnerable
Si preguntamos en la calle a cualquier persona que significa para él o ella la palabra “inmune o inmunizado”, un alto porcentaje de ellos/as responderá que significa “estar protegido”. Si buscan en cualquier diccionario esta palabra, siempre obtendrán una correlación inmunizado=estar protegido.
En el terreno de la inmunoinfectologia y la Inmunoepidemiología, es peligroso hacer generalizaciones y sentar dogmas de fe pensando que se está inmunizado por haber pasado una enfermedad y haber dejado un rastro serológico de anticuerpos. Aunque esto puede ser cierto para una mayoría de enfermedades infecciosas, es peligroso hacer aseveraciones rotundas en cuanto a que “si hay anticuerpos, el paciente está inmunizado y por lo tanto protegido frente a la infección”.
Hay que recordar que en infecciones crónicas como el HIV, la hepatitis C, o la infección por distintos herpesvirus (EBV, HSV 1 y 2, CMV o virus varicela-zoster, entre otros), la presencia de anticuerpos no se asocia a protección. En el caso de algunos coronavirus respiratorios de vías altas, las reinfecciones por el mismo virus son frecuentes a pesar de la presencia de altos niveles de anticuerpos previos en los reinfectados. En niños que desarrollan otras infecciones como aquellas producidas por el VSR (virus sincitial respiratorio), estas infecciones dejan una buena cantidad de anticuerpos por lo que bajo este concepto podríamos considerar a estos individuos “inmunizados”. Sin embargo no es infrecuente que los niños “inmunizados”, categorizados bajo esta definición, puedan volver a reinfectarse por este virus, aun en presencia de altas concentraciones de anticuerpos.
Para terminar, en ocasiones y de forma no infrecuente, la presencia de anticuerpos puede correlacionarse de forma positiva con la gravedad de la infección. En este caso podemos decir, siguiendo este dogma, que el individuo está “inmunizado” pero desprotegido y con un pronóstico infausto.
Es más que probable que muchos pacientes que han pasado la COVID19 hayan generado una respuesta “inmunizante”. Hasta ahora los individuos que han salido de la infección y son reexpuestos (sobre todo personal sanitario), no han puesto en evidencia la reinfección. Existe la posibilidad de que otros, a pesar de ser seropositivos, no estén exentos de una reinfección ni sean invulnerables a ella (ojalá pocos o ninguno). Según esto y teniendo en cuenta la raíz etimológica del término, estos últimos serían seropositivos pero no “inmunes” o “resistentes” a la reinfección. Desconocemos si existe un título o concentración de anticuerpos a partir del cual podamos considerar al individuo protegido (correlato de protección), desconocemos la duración de estos posibles anticuerpos protectores, desconocemos el papel más o menos determinante de otras respuestas basadas no en anticuerpos, sino en células. Incluso habrá algunos que sean seronegativos y por lo tanto considerados “no inmunes”, y que sin embargo lo sean porque han generado otro tipo de respuestas igualmente protectoras pero más basada en inmunidad celular que humoral. Ejemplos de esto lo tenemos en infecciones como lepra, tuberculosis o leishmaniosis. De esto también tenemos numerosos ejemplos en numerosas infecciones animales como la producida por coronavirus felino PIF, FIV, FeLV, Herpesvirus varios, calicivirus o Leishmaniosis canina.
En definitiva, que el término “inmunizado” debería aclararse mejor, sobre todo cuando nos dirigimos a una población que asocia el término a protección, lo que puede tener importantes repercusiones a nivel de comportamiento por parte del individuo catalogado como “inmunizado”, lo que de forma secundaria puede tener una repercusión epidemiológica muy importante.
Por consiguiente y hasta no tener nuevos datos, yo no hablaré de “inmunizado” sino de seropositivo que ha pasado la infección. Si se confirma que no existen reinfecciones en individuos con serología positiva y reexpuestos, lo que parece que hasta el momento podría ser (aunque llevamos un corto tiempo epidemiológico), entonces yo diré que el individuo con anticuerpos positivos es “inmune” o que está “inmunizado”. Aquí siento disentir con muchos de mis colegas pero estoy, aunque no en un 100%, de acuerdo con la OMS en sus “precauciones”. Ni tanto ni tan calvo. Ojalá la OMS se equivoque y yo me lleve la gran alegría de que un individuo con anticuerpos no pueda reinfectarse mientras conserve sus anticuerpos.
Según los expertos en lingüística y etimología, si se confirma la reinfección en un individuo al que hemos categorizado como inmunizado y por lo tanto protegido, estaremos haciendo un oxímoron (generar dos conceptos opuestos en una misma expresión).
Como decía aquel, los dogmas están para romperlos. Lo sé, nunca cambiaré, soy un rebelde pero con causa.
Para saber más: https://amazingbooks.es/en-defensa-propia-fernando-fari%C3%B1as-edicion-agosto-2016
Estructura genérica de un anticuerpo monoclonal – Created for Wiki Pseudociencia – bajo la licencia Creative Commons CC BY-SA 3.0